miércoles, 21 de julio de 2010
Un réquiem por Lucano
Marco Anneo Lucano fue un escritor nacido en la Corduba (Córdoba) romana, sobrino de Séneca el filósofo. Esta cultísima familia estuvo marcada por el comportamiento vesánico del emperador Nerón. Al principio de su reinado Nerón fue un buen gobernante pero pronto cambió de actitud de forma repentina e inexplicable. No olvidemos que incenció Roma según unas versiones para "despertar a las musas" (Nerón se creía un nuevo Apolo) aunque de acuerdo con otras el fuego estuvo motivado por motivos urbanísticos. En cualquier caso Séneca el filósofo fue "obligado a suicidarse" por el propio Nerón, que también condenaría al pobre Lucano, a quien le tenía envidia. Lucano, el autor de la Farsalia (el poema épico latino más importante tras la Eneida) fue un joven bastante precoz y a pesar de su corta vida bastante prolífico: sátiras, poemas varios y diversas obras teatrales. Sin embargo, Nerón truncó su brillante carrera. El imperio fue una época agitada en términos políticos y marcada por las intrigas y las ansias de poder. Finalmente, ante su desastroso reinado, disoluto y desordenado, Nerón no tuvo más remedio que suicidarse, puesto que el Senado lo había declarado enemigo de la patria, destituido y condenado a muerte. Su cobardía le impedía llevar a cabo tal empresa, a pesar de que su crueldad le había permitido perseguir a cristianos, filosófos e incluso calvos, condenar a Séneca, Lucano y lo que es quizás más deplorable, asesinar a su madre y violar su cadáver. Su secretario Epafrodito prácticamente tuvo que "ayudarle" para que se clavase una daga en el cuello y fue cuando exclamó Qualis artifex pereo! "¡Qué artista muere conmigo!" Esto es sólo una página negra de la historia romana, Cicerón, el príncipe de las letras latinas, también fue condenado a muerte y su cabeza y sus manos fueron exhibidas como un trofeo de caza por Marco Antonio. Esta es la otra cara de una civilización fascinante pero menos refinada que la griega. Barbaridades como éstas son excepcionales pero en el circo eran continuas. La plebe se entretenía viendo cómo los gladiadores perdían la vida en la arena, por algo se explica que el teatro no tuviese tanta aceptación en Roma como en Grecia. El teatro catártico griego no tenía seguidores en Roma y esta actividad se veía como una diversión, por ello triunfaban las comedias livianas de corte griego. La literatura latina no fue demasiado innovadora porque solía seguir modelos helénicos. Aunque hoy en día se diga que nuestra cultura le debe mucho a Roma (y eso es en parte cierto) no hay que olvidar que gran parte de la cultura romana ya se había forjado en Grecia y los romanos al conquistar este territorio simplemente se hicieron con ella y la adaptaron a su forma de vida...
En fin, si le dedico un artículo a este excepcional personaje es porque en el fondo me inspira muchísima lástima, pero este artículo es también un grito de protesta por todos aquellos que murieron en circunstancias similares, de forma injusta y tratando de pronunciarse contra la tiranía y a favor de la libertad.
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