domingo, 28 de febrero de 2010

Souvenirs de la France...


Oh là là! En mi intento por recuperar textos pasados he recordado esta redacción que redacté a raíz del viaje de intercambio que hice a Francia en 3º de la E.S.O. Si hay cosas que inspiran, son los viajes, sin duda...

Estábamos todos bastante nerviosos cuando llegamos al aeropuerto de Orly era nuestra primera prueba de fuego, el primer contacto con las familias de acogida. Yo me marché con mi familia; mi corresponsal, su madre y su hermana. Hacía frío y me resigné a abandonar los veinticinco grados que hacía en Sevilla. Llegamos hasta la casa cenamos y nos acostamos, todavía no me acostumbraba al francés, por suerte mi corresponsal hablaba bastante bien el español y el padre de esta era portugués, por lo que sabía algo de español. Al día siguiente fuimos al lycée o instituto era magnífico, tan grande y bien dotado. Nos recibieron bastante bien con un pot d´accueil (literalmente una copa de acogida) luego nos dispusimos a visitar París y yo me sentí aliviada al poder volver a hablar español, echaba en falta mi lengua.
El jueves 22 de marzo visitamos el barrio latino, Nôtre Dame y el centro. Comimos en la plaza del Ayuntamiento (Hôtel de Ville). Tuvimos que subir 205 escalones para ascender a lo más alto de la torre de la catedral de Nôtre Dame pero mereció la pena, por las vistas y las gárgolas que allí se podían contemplar. No pudimos visitar Sainte Chapelle porque estaba completa, una verdadera lástima. Pero visitamos el centro Pompidou y una de las exposiciones que allí había. Este edificio es sorprendente, con esos paneles de diferentes colores y las láminas transparentes. Poco a poco yo empezaba a soltarme con el francés a veces me sorprendía a mí misma, era maravilloso.
El viernes 23 de marzo subimos la torre Eiffel y yo, por mi parte creo que no pasé más frío en mi vida, el día estaba gris y lluvioso y por si esto no fuera poco soplaba un viento gélido que nos congelaba las manos pero pese a todo esto, la vista era irrepetible. Visitamos muy de pasada los campos Elíseos y el arco del triunfo pero pudimos llegar a tiempo para el barco del Sena.
El fin de semana (días 24 y 25 de marzo) lo pasamos en familia pero nosotros conseguimos organizar un rendez-vous (una cita) con la gran mayoría de los corresponsales. Lo pasamos en grande en la bolera todos juntos. Yo fui con mi familia a un precioso parque y a dar una vuelta por los campos Elíseos. Además el viernes por la noche salimos a dar un paseo por París y aproveché para hacer muchas fotos. París iluminada durante la noche es mucho más hermosa que con la luz del día. Pude ver, además, a la torre Eiffel, “chispear”. Cada hora en punto, por la noche, las bombillas de la torre Eiffel, parpadean creando un efecto muy vistoso.
El lunes 26, visitamos Disneyland París. Yo ya lo había visitado anteriormente por lo que no me resultó nada nuevo pero me gustó volver a verlo. El día allí fue trepidante, queríamos aprovecharlo al máximo, me daba la impresión de que íbamos contrarreloj. Las únicas paradas que nos permitimos fueron la de la comida y un breve paseo por las tiendas. Fue un retorno a nuestra infancia y a mí ni siquiera me dio tiempo a hacerme una foto con algún personaje Disney pero si a fotografiar a mis amigos. El día pasó muy rápido. Hubimos de abandonar el parque temprano para tomar el tren de regreso a París, todos nos quedamos con ganas de más.
El martes 27, le tocó el turno a Montmatre barrio bohemio de pintores antiguo pueblo alejado de París lo que marca su estética tan encantadora y rústica. Sé de algunos alumnos que se enamoraron de este barrio y que juraron volver. También visitamos la basílica del sagrado corazón (Sacre Coeur) en mi modesta opinión, el edificio es mucho más bonito por fuera que por dentro, con esa piedra blanca las cúpulas y las escaleras. Pero también mereció la pena visitarla. Luego nos dirigimos hacia el museo de Orsay, antigua estación de trenes que aun conserva el enorme reloj en uno de los vestíbulos. Un edificio muy hermoso en el que todavía parecen escucharse los rugidos de los trenes. Me fui con las profesoras a contemplar las obras de los pintores impresionistas y aprendí mucho sobre como ver una obra pictórica y sobre la vida de algunos pintores franceses de ese período.
El miércoles 28 visitamos (al fin) el museo del Louvre. Nos dimos mucha prisa por encontrar las obras más representativas del museo. Nos sumergimos en la contemplación de la Mona Lisa y apreciamos ese halo de misterio que la envuelve, con esa mirada que te sigue siempre y esa tímida sonrisa que apenas se percibe si contemplas el cuadro en general. Pude ver el código de Hammurabi el primer sistema legal de la historia y otras muchas obras como la Venus de milo y las bodas de Caná un cuadro majestuoso tanto por sus dimensiones descomunales como por el estilo utilizado. También visitamos el teatro de la ópera. Sólo durante media hora pues llegamos muy tarde pero nos pudimos ver rápidamente los pasillos y las escalinatas todo de un estilo recargado que embelesaba. Nos dimos un largo paseo por las cercanías de la ópera e hicimos algunas compras.
El jueves 29 fuimos a visitar la ciudad de las ciencias descubrimos cosas muy interesantes vimos una película en una pantalla semicircular (la géode) y no pudimos entrar en el planetario por fallos técnicos. También aprovechamos para hacer las últimas compras en el centro, los recuerdos y souvenirs. Todo el mundo compró algo, era el último día.
El viernes 30 nos despedimos de París con un sabor agridulce. Yo quería volver a Sevilla pero por otra parte no quería dejar una ciudad que me había encandilado.Creo que ha sido una experiencia para repetir en cualquier momento y además he mejorado mucho mi nivel de francés he aprendido y adquirido acento, que me faltaba. Además es muy reconfortante poder comprobar que algo que has aprendido te sirve.

1 comentario:

Rebekoide dijo...

wolaaa!!! k tal?? otra k ha caido en el mundo de los blog!! ey gracias por ponerme en tu listas de blog!! estaré pendiente de tus entradas!!
bye!!