miércoles, 21 de julio de 2010

Niños, basta de ñoñerías y hablad mucho español con ñ

Dejando a un lado las cuestiones de nomenclatura, (¿Español o castellano? yo siempre me refiero al idioma como español) me propongo realizar un alegato a favor del español, esa lengua que se supone que todos los ciudadanos españoles hablamos, pocos conocen y nuestra excelsa RAE se empeña en destruir. Cierto es que debemos agradecerle muchas cosas a esta institución como hablantes de español que somos, pero últimamente parece que se empeña en llevar a cabo su lema "limpia, fija y da esplendor" hasta sus últimas consecuencias. Tenía pensado escribir este artículo hace bastante tiempo pero lo que me ha motivado aún más para hacerlo ha sido el hallazgo de un grupo en facebook denominado "me niego a que asín, setiembre o cocreta estén aceptados por la RAE" como no podía estar más de acuerdo con el título me hice uní a él sin dudarlo. Al buscar "cocreta" en el diccionario digital no aparece, pero sí lo hacen las otras dos. "Asín" concretamente como vulgarismo y "setiembre" remite a septiembre. Por lo visto la RAE se empeña en deformar esta hermosa lengua. También está aceptado el leísmo, sólo cuando se refiere a complemento directo de persona y masculino singular. Desde mi punto de vista, esto sólo consigue crear aún más confusión y así nos encontramos por ejemplo con periodistas que dicen: "su marido la pegó", cuando el vergo pegar es intransitivo, etc. Capítulo aparte merece la aceptación de xenismos o extranjerismos, práctica ahora muy habitual, por desgracia. Nos empeñamos en ver spots o shows en lugar de anuncios o programas, usamos kleenex (o como se escriba) en vez de pañuelitos y como estas un largo etcétera. Las nuevas tecnologías no colaboran en este aspecto puesto que la gran mayoría de los términos pertenecientes a este campo provienen del inglés y como no hay traducción exacta pues hay que usarlos tal cual o con una leve adaptación a nuestra grafía y pronunciación. Quizás por esto la utilización de palabras extranjeras cuando existe un equivalente español está siendo bien vista actualmente. Y así surge una abominable mezcla con un nombre todavía más horrible spanglish, un engendro lingüístico artificial que no favorece ni a la lengua de Shakespeare ni a la de Cervantes. Que conste que a mí me apasionan los idiomas, entre ellos el inglés, pero también adoro mi lengua materna y prefiero que cada una esté por su lado. Por ello ahora hay grupos de música españoles que cantan y componen en inglés aunque tengan que tirar de diccionario (aunque en este caso pretendan lograr una mayor "proyección internacional") y como esto todo lo demás. Por culpa del inglés (aunque también esté presente en otras lenguas, la influencia del inglés es la más poderosa) hay  muchísimos hispanohablantes que escriben en español los días de la semana y los meses del año en mayúscula.
  Inglés. Como dije en otro artículo esta "imposición" del inglés como esperanto moderno podría acabar con la diversidad lingüística, tarde o temprano. Hecho que ya es observable en países nórdicos como Dinamarca. Por ello habría que trazar unos límites definidos para este idioma que paradójicamente no posee una institución como la RAE dispuesta a regularlo.

Un réquiem por Lucano


Marco Anneo Lucano fue un escritor nacido en la Corduba (Córdoba) romana, sobrino de Séneca el filósofo. Esta cultísima familia estuvo marcada por el comportamiento vesánico del emperador Nerón. Al principio de su reinado Nerón fue un buen gobernante pero pronto cambió de actitud de forma repentina e inexplicable. No olvidemos que incenció Roma según unas versiones para "despertar a las musas" (Nerón se creía un nuevo Apolo) aunque de acuerdo con otras el fuego estuvo motivado por motivos urbanísticos. En cualquier caso Séneca el filósofo fue "obligado a suicidarse" por el propio Nerón, que también condenaría al pobre Lucano, a quien le tenía envidia. Lucano, el autor de la Farsalia (el poema épico latino más importante tras la Eneida) fue un joven bastante precoz y a pesar de su corta vida bastante prolífico: sátiras, poemas varios y diversas obras teatrales. Sin embargo, Nerón truncó su brillante carrera. El imperio fue una época agitada en términos políticos y marcada por las intrigas y las ansias de poder. Finalmente, ante su desastroso reinado, disoluto y desordenado, Nerón no tuvo más remedio que suicidarse, puesto que el Senado lo había declarado enemigo de la patria, destituido y condenado a muerte. Su cobardía le impedía llevar a cabo tal empresa, a pesar de que su crueldad le había permitido perseguir a cristianos, filosófos e incluso calvos, condenar a Séneca, Lucano y lo que es quizás más deplorable, asesinar a su madre y violar su cadáver. Su secretario Epafrodito prácticamente tuvo que "ayudarle" para que se clavase una daga en el cuello y fue cuando exclamó Qualis artifex pereo!  "¡Qué artista muere conmigo!" Esto es sólo una página negra de la historia romana, Cicerón, el príncipe de las letras latinas, también fue condenado a muerte y su cabeza y sus manos fueron exhibidas como un trofeo de caza por Marco Antonio. Esta es la otra cara de una civilización fascinante pero menos refinada que la griega. Barbaridades como éstas son excepcionales pero en el circo eran continuas. La plebe se entretenía viendo cómo los gladiadores perdían la vida en la arena, por algo se explica que el teatro no tuviese tanta aceptación en Roma como en Grecia. El teatro catártico griego no tenía seguidores en Roma y esta actividad se veía como una diversión, por ello triunfaban las comedias livianas de corte griego. La literatura latina no fue demasiado innovadora porque solía seguir modelos helénicos. Aunque hoy en día se diga que nuestra cultura le debe mucho a Roma (y eso es en parte cierto) no hay que olvidar que gran parte de la cultura romana ya se había forjado en Grecia y los romanos al conquistar este territorio simplemente se hicieron con ella y la adaptaron a su forma de vida...
  En fin, si le dedico un artículo a este excepcional personaje es porque en el fondo me inspira muchísima lástima, pero este artículo es también un grito de protesta por todos aquellos que murieron en circunstancias similares, de forma injusta y tratando de pronunciarse contra la tiranía y a favor de la libertad.

jueves, 15 de julio de 2010

Panem et circenses!

El poeta satírico nacido en Aquino: Juvenal, sabía de lo que hablaba cuando utilizó esta expresión en la sátira X. Literalmente "pan y circo" (juegos circenses). Con ella resumió el totalitarismo imperial que había enterrado las libertades republicanas en el olvido: ante la imposibilidad del pueblo llano de acceder al cursus honorum (la carrera política) había que repartir trigo (panem) mensualmente y ofrecer a la numerosísima población de la Roma imperial alguna que otra distracción (circenses). Algo en lo que los romanos eran expertos: luchas de gladiadores, teatro, carreras de cuádrigas... etc. Todo esto servía para evitar que el pueblo se alzase contra el emperador y segar cualquier amago de revolución. Los césares temían lo que podía hacer una turba enfurecida, por ello tenían a la guardia pretoriana, pero la táctica del pan y circo aseguraba la continuidad del régimen imperial. Juvenal también es el autor de esta célebre cita quis custodiet ipsos custodes? es decir, "¿Quién vigilará a los vigilantes?" esta pregunta encierra un dilema, ¿Hasta dónde debe llegar el poder último? La historia se repite: ya Platón en su Républica se preocupaba por un asunto similar en su sociedad ideal. De la Grecia clásica también procede el tópico de que el tirano siempre pide una guardia personal antes de sublevarse (Aristóteles lo afirma en su Retórica). Aunque nos parezca lejano, este sistema se ha venido repitiendo a lo largo de la historia, les debemos muchas cosas a los romanos, queramos o no, pues de ahí procede la cultura occidental. Los regeneracionistas españoles hablaban de "pan y toros" y como éste muchos ejemplos más. Actualmente el pan y circo puede asociarse con el Estado del bienestar. Aunque en la situación actual hay menos pan y más circo. Menos pan por la tremenda crisis económica que afrontamos y el elevado número de parados existente. A pesar de todo ello, el "circo" de hoy, ese "circo mediático" (deportes, publicidad, consumismo...) más que entretener, asusta. La población se interesa desmedidamente por tal o cual famoso: si se opera la nariz, si se casa, etc y se olvida de política, violencia de género y de otros graves conflictos de nuestro tiempo. Nos reímos de las barbaridades que dicen ciertas personas en esos "programas rosas" (todo es rosa ante la negra situación por la que pasamos) y nos lo tomamos a broma sin caer en la cuenta de que es algo muy serio. Ésa es la visión que están recibiendo muchos jóvenes: la de que no importan el esfuerzo y la disciplina si por decir tonterías en la "caja tonta" se puede llegar a cobrar un sueldo superior al de un cirujano, abogado etc. Jóvenes, que por otra parte no parecen estar interesados en cambiar esa visión. En fin, repasar el pasado sirve para comprender mejor el presente, y esto nos hace abrir los ojos ante la verdadera realidad, pero, ¡Lástima de país!

De la musique avant tout chose!

¡Qué hermosa cita esta de Verlaine que da título al artículo! Este poeta francés daba mucha importancia a la musicalidad en sus versos como buen parnasiano. Yo la utilizo porque la música ocupa una parte esencial de mi vida. Sin duda, y volviendo a citar (cuando uno no sabe cómo explicarse, mejor es dejar hablar a los sabios) "La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo" (Platón). No hay nada más misterioso que la música: evocadora, capaz de manipular las emociones, una buena melodía nos puede transportar a cualquier lugar o época, sólo comparo este tremendo poder de la música con el de los aromas, aunque el ser humano no tenga un olfato demasiado bueno. Yo no puedo hacer casi nada en silencio y dejo que la música maquille la soledad o la tristeza que a veces se siente. Sin embargo, hay veces en las que es preciso reflexionar o actuar en una quietud que nos permita trabajar, pero intento que ambos estén equilibrados. Escucho casi de todo porque entiendo que es preciso hacerlo para discernir entre lo que nos gusta o no, a veces me dejo atrapar por las letras antes que por el ritmo o la melodía. Me gustan las letras que nos invitan a tratar de encontrarles un sentido porque, en definitiva, esa es también la gimnasia para el alma de la que hablaba Platón.