domingo, 19 de febrero de 2012

Talento desperdiciado

Una frase bastante ilustrativa de Beethoven decía que "el genio se compone de 2% de talento y 98% de perseverante aplicación". Es bastante cierto que si el talento no se cultiva y alimenta se acaba perdiendo o desperdiciando. Últimamente vengo comprobando que los proyectos que emprendo no acaban bien y esto me hace desilusionarme bastante hasta el punto de sentirme inútil, en especial en lo que al teatro se refiere, pues a pesar de poner todo mi empeño contemplo como por irresponsabilidad o circustancias sobrevenidas los componentes del grupo se van desentendiendo y todo queda en una mera promesa incumplida. Está claro que resultaría muy engreído por mi parte hablar de que tengo talento y que no lo cultivo por pereza, simplemente en mi opinión hemos venido a esta vida para entregarnos a El Arte. Esa era la opinión de Baudelaire que yo personalmente comparto. Ante el Hastío (spleen) de la vida, la inevitable venida de la muerte había que llenar la vida pasajera con algo que la hiciese satisfactoria, algo por lo que mereciese la pena ser vivida. Baudelaire hablaba entonces de la Belleza, del Arte como medios para escapar de la anodina realidad. Lo cierto es que hagamos lo que hagamos apenas será una mónada en el universo, pero esto en lugar de desanimarnos debería incluso alentarnos incluso más para perfeccionar con más tesón incluso esa mónada que vamos construyendo con nuestra vida. Por ello algunos cantan, tocan algún instumento, otros componen o escriben letras, hay quienes pintan o fotografían. En resumen, de una forma u otra siempre estamos tratando de darle algo de contenido artístico a nuestra existencia porque no queremos desaparecer en la bruma del olvido, pasar desapercibidos, por pura vanidad o incluso con objeto de aparecer como virtuosos a los ojos de los demás, o para sentirnos realizados con nosotros mismos. Esta es al menos mi visión, tengo que buscar evadirme escribiendo o actuando porque de otra manera me siento inútil como si mi paso por este mundo careciese de valor. He visto esta actitud en muchas otras personas y considero que quienes la presentan poseen una especial sensibilidad que les lleva a detenerse en todos los detalles que el mundo nos ofrece para empaparse de ellos y que así fluyan y se interrelacionen estimulando su creatividad. Sin más agradecerle a algunos usuarios de Twitter por los que he podido recordar que la frase del encabezamiento fue pronunciada por Beethoven, en especial a Héctor M. quien considero que encaja con el modelo de persona a la que me refiero en el presente artículo. Recomiendo encarecidamente visitar su blog: http://hectorstravinsky.blogspot.com

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