miércoles, 20 de octubre de 2010

Amor platónico

Escribo estas palabras para serenarme, dedicado a...
¿Quién eres? No lo sé. Lo único que sé es que podrías ser aquella melodía aterciopelada que me recuerda tu presencia, aquel atardecer en que siento mi pequeñez y mi vacío interno. Podrías ser esa lección a la que asisto sin atender, una divagación metafísica con la que intento acercarme a ti. Podrías ser ese personaje al que continúo buscándole un correlato real. Quizá no existas, quizá estés compuesto a retazos, como la Clodia de aquel escritor latino, o tal vez no... pero ya no sé nada, tu recuerdo eclipsa mi memoria. Como Eco sólo soy capaz de murmurar tu nombre, y como Narciso tú sólo estás embebido en la contemplación de tu reflejo... podrías ser el consuelo de mi alma, el remedio de mi nostalgia. Yo sólo me dedico a imaginarte como no eres, o como quiero que seas, pero esa ilusión, ese espejismo me basta para alimentar mi desdicha. Podrías ser... ¡podrías ser tantas cosas y sólo eres un amor irrealizable!

No hay comentarios: